Artista desconocido |
Siempre he tenido cierta curiosidad por la muerte. La gente que alguna vez ha leído alguna de mis novelas o poemarios sabe de sobra que siempre está, de alguna manera, presente en mi escritos.
Durante toda mi vida he intentado deseducarme de todo lo que la familia, la sociedad, la religión y la cultura en general me intentaban inculcar sobre ella. Miedo, tabú, incluso estúpidas ideas que en ella había algún mal. Por suerte siempre he sido de reeducarme a mí mismo, de estudiar e investigar todo aquello que me atrae y/o desconozco, antes de juzgarlo o simplemente, huir de ello.
A mi edad, y ya no siendo un chaval, pero empezando a tener una edad considerable, me he ido entrenando mentalmente para cuando llegase ese momento, para saber afrontar —o eso me pienso por ahora— la situación de una forma lógica y con la mayor dignidad posible.
Hasta aquí, el discurso es muy bonito. Hace unos años —unos tres más o menos en el momento que