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| Ilustración de Henn Kim |
Bien, ya sabemos de la existencia del sufrimiento y que su extinción es el nirvana; pero ¿Cómo conseguir llegar a ese nirvana que extinguirá el sufrimiento? La cuarta noble verdad nos muestra la manera de hacerlo, y ésta es lo que se conoce como El camino óctuple. A simple vista, este camino óctuple parece una simple “lista de tareas” que tenemos que realizar, también podríamos compararlo con un código de conducta, pero el camino óctuple es mucho más que todo eso, pues nos enseña que la visión justa, el pensamiento justo, el lenguaje justo, la acción justa, el modo de vida justo, el esfuerzo justo, la atención justa y la concentración justa —los ocho puntos que componen El camino óctuple—, es la forma natural de vivir, y la única vía que nos lleva al cese del sufrimiento.
Como se puede apreciar, la palabra justo —ya sea en masculino o en femenino— se repite en cada uno de éstos puntos, tenemos que comprender que este justo no tiene nada que ver con lo que entendemos por justicia, aquí ni el código penal ni la ley tienen nada que ver, ese justo se refiere a la cantidad exacta necesaria para que todo fluya de forma natural y ordenada. Para que nos entendamos, si nos disponemos a cocinar un pastel, deberemos mezclar la cantidad justa de cada ingrediente que componen la receta, de lo contrario cocinaremos cualquier cosa, y si por suerte lo que cocinamos tiene pinta de pastel, podemos estar seguros de que su sabor no será el de dicho dulce. ¿Recordáis que anteriormente hablamos de los extremismos? Pues tanto en nuestra visión, como en nuestro pensamiento, lenguaje, acción, modo de vivir, esfuerzo, atención o concentración, hemos de mantener el equilibrio, pues cualquier extremismo en cualquiera de ellas sería cargar demasiado uno de los lados de la balanza, provocando el desequilibrio necesario para que el sufrimiento que tanto nos estamos esforzando en conseguir aparezca de nuevo en nuestras vidas. ¿Cómo podemos evitar esto? Pues manteniéndonos en El camino del medio. Ya sabemos que es el camino del medio, y ahora que hemos empezado a comprender el significado del camino óctuple, podemos apreciar que van cogidos de la mano, que ya sea para realizar uno, se ha de seguir al otro —y viceversa—. Esto nos enseña que las enseñanzas de Buda, aunque se pueden aprender por separado, no se pueden realizar individualmente las unas de las otras, pues todas juntas son una, forman un todo indivisible, una disciplina única que nos muestra la conducta correcta que deberíamos tener en todo momento, tanto para poder convivir con los demás como con uno mismo.